El término «mood» en inglés denota un estado de ánimo o un estado emocional. En visualización arquitectónica empleamos dicho término para aplicar a la imagen renderizada una determinada intención. Y esta «intención»  se consigue, a mi modo de entender, mediante la composición y la iluminación. La composición la trataré en un posterior post y  la iluminación es un arma muy poderosa para trabajar el «mood» de la imagen. Mediante el citado «mood» podemos montar un discurso que le de un valor añadido a nuestro trabajo. Dicho discurso puede ser homogéneo , por ejemplo todas las imágenes renderizadas con una iluminación cálida cercana a  la «hora dorada» porque el proyecto se ubica en un país de clima cálido o rupturista trabajando distintas luces en función de los puntos de vista para enfatizar determinados valores del objeto arquitectónico.

Esto lo voy a ejemplificar con unas imágenes de la casa Gericke de Mies van der Rohe proyecto del año 1932 ubicado en Berlín por encargo de la Academia Alemana de Roma para un concurso de ideas. Dicha casa no fue construida por lo que adquieren mas valor las imágenes de lo que pudo ser.